viernes, 8 de octubre de 2010

La soledad de los sentimientos


Anoche escuché llamar a la puerta de mi casa. Me levanté, y al abrir no había nadie. Me quedé allí de pie, descalza en la oscuridad, asombrada, jurando haber escuchado bien. Pero sólo era el viento de la noche que azotaba unas hojas del otoño recién empezado. Se acabó el verano.
No podía dormir, me desvelé, me senté a oscuras en el sofá. Seguía escuchando en mi cabeza el golpe en la puerta que me pareció una familiar llamada del pasado. Eso era, por eso me levanté casi dormida y abrí sin pensarlo, sin encender una luz, sin sobresalto.
En un ejercicio de sinceridad reconocí que esperaba encontrarle al otro lado de la puerta, como antaño, pero esta vez él no estaba allí. Cuánto tiempo llevo esperándole? Poco, mucho, quién sabe! Por qué la mente nos juega estas malas pasadas? Por qué es tan difícil desprenderse de los recuerdos, de las sensaciones? Cierro los ojos y le veo ante mí. Evoco su recuerdo, y huelo hasta su piel. Siento de nuevo las viejas mariposas en el estómago.
No me gusta decir que aposté y perdí. Más bien encontré, pero el camino se lo llevó en otra dirección.  Doy gracias a la vida por haberme dado esa oportunidad. Con él me atreví a abrir una caja que tenía cerrada en un rincón del alma, que nunca quise compartir.
Pero lo malo de los finales, es que un día te descubres como un perro sin dueño en una encrucijada, sin saber hacia dónde ir. No puedes volver atrás, ya nunca volverás a ser esa persona de ayer, por más que lo niegues algo ha cambiado en ti. Y en el camino al futuro te acompaña siempre, como una sombra maldita, la soledad de unos sentimientos que tampoco encuentran su camino por dónde desaparecer. Y te siguen.
Y vives con ellos, a diario les ves como a fantasmas de un viejo caserón que no saben aún que ya nadie les reclama y deben irse. Adónde se van los sentimientos cuando el final llega? Qué hacer con ellos si no los puedes regresar a la caja del olvido?
Y si no consigues desprenderte de ellos nunca? Te levantas a media noche creyendo escuchar que el pasado ha vuelto, y te encuentras, a oscuras, frente a frente, con la soledad de tus sentimientos que pelean por  volver a la vida. Hasta que llegue de nuevo el amanecer.

6 comentarios:

  1. Ana: Siento mucho que las cosas no hayan funcionado. Siento mucho tu melancolía. Aunque siempre fuismos muy distintos en ese aspecto, entiendo muy bien cuando hablas de esa caja cerrada de ti que lograste abrir gracias a él.

    Me gustaría decirte que lo olvidarás, que dejarás de extrañarlo... pero no lo sé.

    Lo único que puedo ofrecerte es mi hombro y una cerveza.

    Un abrazo y un beso.

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  2. Hola Iván! Realmente es una reflexión en forma de ejercicio literario y con una buena foto. No hay ningún él particular. Pero esa cerveza no te la perdono. C u!

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  3. La foto, no lo dije, es de un atardecer en Las Cruces, con vista desde los Dripping Springs.

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  4. ¡Buf!

    Entonces que me aclare, que se ve que voy torpe a ciertas horas. ¿Estás bien o no?

    La cerveza cuando quieras.

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  5. So cute! Gracias Ivan por preocuparte, estoy perfectamente, up to present.
    Lo que pasa es que este es un lugar en el que he conocido mucha gente, de muchos lados. Cada uno me ha contado su historia. Podría escribir libros enteros.

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  6. Eso está bien. Vivir en otros sitios siempre es una oportunidad de aprender y de crecer. Me alegro de que lo estés aprovechando.

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