domingo, 28 de noviembre de 2010

Después de Niu Yolk,

regresar a la tranquilidad y la paz de Las Cruces después de 5 semanas en esa maravillosa urbe en la que siempre había cosas que hacer y gente por las calles no fue fácil. Durante mucho tiempo recordé que cada domingo íbamos a Central Park a ver algún concierto en el parque o alguna obra de Shakespeare o a algún museo o al teatro ...
 Con Ibrar en Brooklyn Bridge

Regresar a Las Cruces con el calor infernal de verano fue... otra aventura. En aquella época ya Giannina se había ido de Las Cruces y yo me había salido del apartamento y estaba esperando que me dieran una casa en el campus para poder mudarme. Como había salido de la ciudad por 5 semanas y Rocío necesitaba que le cuidaran a los perros, pues me quedé en su apartamento el resto del verano. Al regresar a Las Cruces, me llamó Belén, la única otra española en la maestría y futura vecina de campus, y me dijo que había llegado a la ciudad un español que antes vivía en Washington DC., pero que se cambió a Las Cruces porque ahí se había mudado su supervisor. Me dijo Belén que el tal Quique andaba buscando españoles para organizar un CRE (Consejor de Residentes Españoles en el Extranjero) que porque quería conseguir muchas cosas para nosotros (entre otras, que se nos permitiera tener la doble ciudadanía).
 Belén y Jessie en Preciado Park

Vivir en el apartamento de Park Place tenía muchas ventajas ya que seguía estando cerca de la universidad (como 10 minutos en bici que, cuesta arriba y con 40 grados o más a las 3 de la tarde cada día parecían más como 100 kms...). Allí paseaba a los perros de Rocío y también conviví muchísmo más con Isa y Fabio, dos italianos que también vivían en esos apartamentos y tenían un hermoso perro, Argo -mi gran amor de 4 patas =). Además, casi todas las tardes pasaba Quique por la casa e íbamos a nadar o cenábamos juntos y tal hasta que llegó un punto en que ví el yugo de los exámenes pendiendo de mi hermoso cuello y le dije que no podía seguir con esa vida de contínuas vacaciones, al menos no hasta principios de octubre... Claro que estar todo el tiempo sin hacer nada divertido pues...

Así fue que en septiembre Belén, Quique y yo fuimos a Albuquerque un finde a un congreso sobre el uso del español en la frontera. Yo presenté un viernes y el sábado era el turno de Belén (o viceversa), así que el viernes por la noche salimos a celebrar al casino de Ysleta para entrar en el "mood" de la ciudad... Allí Quique quería jugar en el casino, pero a mí no me interesan esos jueguitos, así que ellos se fueron a la zona de juegos y yo me quedé bailando en el bar. Allí, además había un camarero muy cute =)
 Con Quique en un "gambling attitude"
Pues la noche llegó a su fin y nosotras volvimos a la conferencia y luego a Las Cruces y a la lista de lecturas para poder presentarme a mis exámenes de maestría.

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